Los hospitales deben reducir su aporte al cambio climático

Parece una contradicción, pero un informe mundial apunta al sector de la salud como uno de los sectores que más contribuye con las emisiones de los gases de efecto invernadero (GEI) que favorecen el calentamiento global y el cambio climático asociados con un aumento del riesgo de enfermedades.
Un consorcio de 24 universidades liderado por la revista The Lancet difundió hace un mes los resultados de 40 indicadores del impacto del cambio climático. Una de las principales conclusiones es que el sector de la salud tiene «la responsabilidad y una gran oportunidad» de enseñar con el ejemplo si reduce su huella de carbono.

«En 2013, las emisiones de los centros de atención de los Estados Unidos eran de 655 millones de toneladas de CO2, por encima del Reino Unido. Esto, obviamente, favorece el cambio climático, a la vez que contradice la meta del sector de mejorar la salud de la población», sostienen los autores.
De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial, el informe publicado para la cumbre mundial del clima de la ONU (COP23) señala que si en la Argentina, Brasil, China, India, Nepal, Filipinas y Sudáfrica disminuyeran un 25% las emisiones del sector (116-194 millones de toneladas de CO2), el beneficio sería similar a cerrar entre 34 y 56 centrales eléctricas a carbón o a eliminar entre 24 y 41 millones de vehículos de pasajeros de las calles.
Aunque no existe una medida mundialmente aceptada para determinar las emisiones de GEI en el sector de la salud, hay iniciativas para que los hospitales reduzcan su aporte al cambio climático.
Una se presentó formalmente el mes pasado en Bonn, Alemania, durante la COP23. Ante las delegaciones de los países participantes y el director de la Organización Panamericana de la Salud (OMS), Salud Sin Daño y la Red de Hospitales Verdes y Saludables lanzó una convocatoria «a la acción» para las autoridades sanitarias, los profesionales y la industria de medicamentos, dispositivos y suministros médicos.
«Las soluciones reducidas en carbono e inteligentes desde el punto de vista climático pueden propiciar, también, la construcción de establecimientos de salud en áreas que nunca han tenido acceso a estos servicios, lo que suma beneficios extra en equidad en salud a la acción por el clima», indica el documento de la iniciativa que suscribieron 137 hospitales, universidades y sistemas de salud que representan a más de 10.000 centros de atención en 33 países.
En la Argentina adhirieron a la convocatoria el Hospital Dr. Guillermo Rawson, la Clínica Centro, el Hospital Materno Infantil Dr. Héctor Quintana, el Hospital Regional Ushuaia, el Hospital Universitario Austral y el Sanatorio Finochietto (más información sobre los «Hospitales que Curan el Planeta» aquí).
Los centros aceptan implementar energías renovables, edificios verdes, transporte limpio y estrategias de compras de insumos sustentables. Con esto, de acuerdo con los resultados que Salud Sin Daño relevó en hospitales en 10 años, también bajan los costos y los residuos hospitalarios.
«En cada país, las instituciones pueden ser líderes en la implementación de soluciones para la salud y el clima, al reducir sus emisiones y volverse más resilientes», dijo Josh Karliner, director internacional de programas y estrategia de Salud Sin Daño, durante la convocatoria.

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