Nuevos productos químicos se sumaron a los Convenios de Estocomo y Rotterdam, durante una reunión del PNUMA en mayo de 2017.
El conjunto de los convenios de Basilea, Rotterdam y Estocolmo abarca los elementos fundamentales de la gestión de los productos químicos peligrosos desde su producción hasta su eliminación, siendo la regulación más exhaustiva, la de los contaminantes orgánicos persistentes (COPs), contemplada por los tres convenios.
Las decisiones relativas a las sustancias químicas candidatas en las que no se pudo llegar a un consenso para las listas, incluido el amianto crisotilo, el carbosulfán, las formulaciones de paraquat y el fentión, se postergarán a la próxima reunión programada para 2019.
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Convenio de Basilea